martes, 22 de enero de 2013



NUESTRO BIEN CONOCIDO MOZART



W. A. Mozart

Wolfgang nace en Salzburgo en un piso de la calle Getreidegasse nº 9, el 27 de enero de 1756.

Según su partida de nacimiento fue bautizado en la catedral (S.XVII) ante una pila bautismal de bronce de 1321, de mayor que se haría llamar Wolfgang (por su abuelo materno) Amadeus Mozart. Fue el benjamín(de siete) del matrimonio compuesto por el conocido violinista y compositor Leopold Mozart y de Anna Maria Pertl, de familia de funcionarios públicos. Sus padres se casaron en Salzburgo el día 21 de noviembre de 1747. Su padre era de Augsburg (Bavaria-Alemania) y su madre era nacida en una pequeña villa de Austria, cerca de la frontera con Bavaria. Al contrario de su padre, su madre era más bien conocida como amante de su familia y con un agradable sentido del humor, carácter, algo más despreocupado y alegre que heredó Wolfgang.

Este niño prodigio aprendió muy pronto a componer música, gracias principalmente, a su hermana Nannerl (Maria Anna) unos cinco años mayor que él, a la que más próximo se sentía. Con cuatro años ya destacaba por su buen oído y su padre le puso de seguida a aprender música, si no bien, era el oficio de la familia. Con cinco años conseguía dominar la composición musical. Apenas llegaban sus pies al suelo y ya destacaba delante del piano. Ante el gran talento de su hijo, Leopold decidió presentar una composición del niño ante el príncipe-arzobispo de Salzburgo. Tanto la actuación como el niño agradaron y muy pronto quiso su padre comenzar una gira de recitales por diferentes ciudades europeas.



Wolfgang siempre necesitado del cariño de su madre quiso que ella le acompañara en la gira europea de los Mozart, por lo que también todos sus hermanos le acompañaron. Mozart no tuvo una infancia feliz como cualquier otro niño, desde los cincos años tuvo que trabajar con su padre e ir de giras. No tuvo relaciones con amigos de su edad, solo con adultos. Su padre le tenía de escaparate hasta que algún aristócrata o algún alto cargo de la iglesia le diera una oportunidad de trabajar fijo y que le protegiera, como a otros artistas. Pero no fue así, ya que el arzobispo de Salzburgo era reacio a dejarle demasiado libre por otras cortes y siempre le estaba llamando a Salzburgo. A los doce años ya era un concertista experto y mucho más admirado y querido.


Mozart se acostumbró toda su vida en vivir libre, viajar mucho y el gusto por la variedad. Tampoco tomaba decisiones, para ello ya estaba su padre, quien como manager suyo decidía a donde ir, que música tocar y cuando y como debía interpretar la música.


En su adolescencia se acostumbró a visitar muchas fiestas y en ser el centro de las miradas y a disfrutar de las largas noches. Desde que llegara a la mayoría edad hasta que muriera componía una media de cuatro piezas al mes y su cabeza siempre estaba trabajando sin descanso.


Nunca supo administrarse y siempre vivió al día, por ello murió pobre, aún habiendo compuesto tantas obras y le fueran muy bien pagadas.


Desde 1762 a 1766 los Mozart actuaron en distintas cortes de la realeza, nobleza y alto clero de Europa. Viajaban por largos caminos de polvo en carrozas y apenas tenía tiempo para explorar la ciudad que iban a visitar, siempre con las maletas en la mano. Entre 1767 y 1769 los Mozart apenas salían de Austria o Italia. Entre 1770 y 1776 su vida cambió bruscamente, incluso de protector, ya que con la muerte del Arzobispo de Salzburgo (un gran amigo de la familia Mozart) y con la elección del nuevo, que deseaba atar en corto al joven Wolfgang, apenas salió de su propio país. Para que no viajara tanto como antes, el nuevo arzobispo eligió nombrarle Director de Conciertos Titular de la Corte de Salzburgo, pero con un recorte en la nómina, pasando a cobrar cerca de 200 florines semanales y tan solo contaba con 14 años.


La inesperada y misteriosa muerte de Mozart ha suscitado gran interés desde el principio. En el acta de defunción oficial constaba que el compositor austriaco había fallecido a causa de una «hitziges Frieselfieber» («fiebre miliar aguda», refiriéndose a una erupción cutánea parecida a semillas de mijo), una descripción que no basta para identificar la causa en la medicina moderna y que es demasiado amplia e inexacta, ya que no se llevó a cabo la autopsia debido al avanzado estado de descomposición en que se encontraba el cadáver.


Se han propuesto una multitud de teorías sobre la muerte del compositor, incluyendo triquinosis, gripe, envenenamiento por mercurio y un extraño achaque en el riñón. La práctica de sangrías en los pacientes era común en la época y también se cita como un posible factor que contribuyera a su muerte. Sin embargo, la versión más ampliamente aceptada es la muerte por una fiebre reumática aguda. Es conocido que tuvo tres o incluso cuatro ataques desde su infancia y esta enfermedad es recurrente, con consecuencias incrementalmente más serias en cada ataque, como una infección descontrolada o daño en las válvulas cardiacas.

PARA SABER MÁS

Y para que disfrutéis un fragmento muy cortito de su sonata para piano en Sol M.

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